Los rayos de sol se vuelven menos intensos y los días se acortan. El verano toca a su fin y pronto llegará el frío. Que no te encuentre desprevenida, prepara tu casa para que se convierta en un refugio cálido y acogedor
MÁS ALLÁ DE LA DECORACIÓN Las cortinas tienen un papel importante que va más alla de su función estética. Deja las cortinas abiertas para que durante el día entre la luz en casa y por la noche ciérralas para mantener el calor dentro de casa. Apuesta por dobles cortinas y ten en cuenta los colores, el largo y el grosor.
PISADA CÁLIDA Los suelos de madera aportan calidez a la estancia, pero no te olvides de las alfombras, tan agradables al tacto y que también ayudan a crear un ambiente acogedor perfecto para esta época del año.
QUE NO ENTRE EL FRÍO O no se escape el calor. Asegúrate que las ventanas están bien aisladas. En verano, muchas veces el calor puede hacer que ciertos materiales se expandan o desgasten y que pierdan la capacidad de aislar bien. Sella las ventanas (y puertas) con materiales aislantes o burletes para no perder energía y verás, además, que esta medida se traduce en una disminución del gasto en tus facturas.
A FUEGO LENTO
¡Llegan las tardes alrededor del fuego! Pero para disfrutar de la velada la chimenea debe estar limpia. Con el paso del tiempo, acumula hollín y demás sustancias y no tendrás un buen fuego (además puede que también genere demasiado humo). ¿Que aún no tienes chimenea? No te lo pienses dos veces, existen muchas opciones.
LA ILUMINACIÓN ES CLAVE Ahora que nos quedamos sin horas de sol deberás hacer uso de las lámparas de casa. Ilumina con luces indirectas, usa lámparas de mesa o de pie y velas.